Había una vez una cometa que siempre estaba contenta y riendo. En cambio el Sol siempre estaba triste y serio en el medio del cielo vigilando todo y aburrido.
- ¿Por qué estás tan contenta cometa? Preguntó el sol.
- Porque soy muy feliz.
-¿Por qué eres tan feliz cometa? Volvió a preguntar el Sol.
Porque tengo muchos amigos y amigas y con ellos me lo paso muy bien, además los quiero mucho y ellos también me quieren.
- Yo en cambio estoy siempre solo en medio del Cielo y nadie quiere saber nada de mí. ¡Cómo me gustaría conocer a tus amiguitos y amiguitas! Dijo de nuevo el Sol.
- Eso es muy fácil. Le contestó la cometa. ¡Agárrate a mi cola y los saludaremos a todos. Verás que divertido.
El Sol se agarró a la cola de la cometa y los dos salieron en busca de sus amigos.
Al primer que encontraron fue al cerezo que estaba creciendo a la orilla del río; tenía muchas cerezas para que las comieran los pájaros y las personas.
-¡Hola cerezo! Saludó la cometa inclinándose un poquito.
-¡Hola cometa! Contestó el cerezo moviendo un poquito sus ramas con el viento
- ¿Quién va contigo? Preguntó el cerezo me gustaría conocerlo.
- Es el Sol, que está triste porque no tiene amigos y está solo.
- ¡Hola Sol! Si quieres yo puedo ser amigo tuyo.
Después se encontraron a la nube y la saludó la cometa.
- ¡Hola nube que no llueve! ¿Cómo estás?
- ¡Hola cometa! ¿Quién es ese que va contigo? Preguntó la nube que no llueve.
- Es el Sol. Está triste porque no tiene amigos.
- ¡Hola Sol! Si quieres podemos ser amigos y ya no estarías solo ¿Vale? Dijo la nube que llueve.
- ¡Estupendo dijo el Sol! Seremos amigos nube que no llueve.
En tercer lugar se encontraron a la nube que llueve y la cometa la saludo.
- ¡Hola nube que llueve! ¿Qué haces hoy?
- ¡Hola cometa! Estoy regando los campos; así las plantas estarán bonitas, se harán grandes y tendrán muchos frutos de los que les gustan a los niños. ¿Quién va contigo cometa? Pregunto la nube que llueve.
- Es el Sol que está triste porque no tiene amigos y se encuentra solo y aburrido sin poder jugar con nadie.
- ¿Quieres que seamos amigos Sol? Le preguntó la nube que llueve.
¡Claro que sí! Sería estupendo nube que llueve.
Después encontraron al globo que se le perdió a Mateo en la feria y que seguía viajando por el cielo empujado por el viento como la cometa y lo saludó.
- ¡Hola globo rojo! ¿Cómo va ese paseo? Dijo la cometa
- ¡Estupendo cometa! ¿Quién va contigo agarrado a tu cola? Preguntó el globo.
- Es el Sol que está triste porque no tiene amigos y siempre está solo.
- Pues si quiere yo seré su amigo. ¿Vale, Sol?
- Estupendo seremos amigos, le respondió el sol.
- ¿Puedo agarrarme yo también a tu cola cometa? Preguntó el globo.
- ¡Claro que sí! dijo la cometa. Sujetaté fuerte.
- ¿Por qué no vamos a saludar a nuestros amigos los niños que están jugando en el parque y así también podrán conocer al Sol y ser amigos suyos.
Arrastrados por el viento fueron al parque y desde lo alto saludaron a los niños y a las niñas que estaban jugando. Con ellos estaba pita una niña negrita muy simpática y lista y Francisco; un chico que no podía andar porque las piernas no le funcionaban y tenía que estar sentado en una silla de ruedas.
Estuvieron charlando con ellos y les presentaron al Sol. Cuando vio tantos niños y niñas que querían ser amigos suyos para que no se sintiera solo nunca más, sin darse cuenta le desapareció la cara de tristeza y una enorme sonrrisa se dibujo en su cara redonda que nunca más se borró.
Desde aquel día el Sol, cada día pasea por el cielo contento, saluda a sus amigos, charla con ellos y no es feliz porque sabe que sus amigos lo quieren igual que él los quiere a ellos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y por la chimenea se ha escapado. Como el humo se ha subido y nadie sabe como ha sido. Solo Pepe que lo cuenta y duerme siempre la siesta para estar fuerte y contento y contarnos muchos cuentos. |