El rey, escucha, por Casualidad que a la reina le gustaría tener un caballo precioso.
Como se acerca su cumpleaños y quiere hacerle un regalo que le guste y que además sea una sorpresa, llama al príncipe y le dice.
- Hijo, sabes que tu madre cumple pronto los años y quiero hacerle un regalo sorpresa. Pero como al salir del castillo viene conmigo mi escolta, yo no puedo comprar nada en secreto.
- No te preocupes, papá. Nosotros te ayudaremos. ¿Qué quieres regalarle a mamá?
- Me he enterado que le gustaría tener un caballo precioso.
- Iremos mi hermana la princesa y yo a comprar el caballo para mamá. ¡Verás que sorpresa le vamos a dar!
- Sabía que podía contar con vuestra ayuda. Pero no lo olvidéis, debe ser un caballo precioso.
El príncipe y la princesa, salieron del castillo a comprar el regalo de cumpleaños de su mamá. Llegaron a la ciudad que había cerca del castillo y se dirigieron a la calle del mercado. Allí había muchas tiendas, de ropa, de comida, y sobre todo de caballos en las que se les oía relinchar. Entraron en la primera tienda y:
- ¡Hola príncipes!
- ¡Hola!
- ¿Qué quieren sus altezas?
- Queríamos un caballo.
- Tengo caballos blancos.
- Gracias, pero no queremos un caballo blanco. Adiós.
Se dirigen a otra y:
- ¡Hola príncipes!
- ¡Hola!
- ¿Qué quieren sus altezas?
- Queríamos un caballo.
- Tengo caballos negros muybonitos.
- Gracias, pero no queremos un caballo negro. Adiós.
Se dirigen a una tercera y:
- ¡Hola príncipes!
- ¡Hola!
- ¿Qué quieren sus altezas?
- Queríamos un caballo.
- Tengo caballos castaños, que son de color marrón, muy bonitos.
- Gracias, pero no queremos un caballo castaño. Adiós.
Se dirigen, al final, a la última tienda en la que no se oía nada pero en la que también ponía “se venden caballos” y:
- ¡Hola príncipes!
- ¡Hola!
- ¿Qué quieren sus altezas?
- Queríamos un caballo.
- Tengo caballos preciosos, los que más gustan a los chicos.
- ¡Qué suerte!Nosotros queríamos un caballo precioso para regalar. ¿Podría llevarlo al palacio mañana? Queremos que sea una sorpresa y no se entere nadie.
- No os preocupéis. Mañana estará allí y nadie sabrá de lo que se trata. Será nuestro secreto.
De regreso a palacio, le dijeron al rey que habían comprado un caballo precioso para la reina y el día del cumpleaños lo traerían al castillo. Será una sorpresa muy grande para la mamá.
El rey se puso muy contento y no pudo ni conciliar el sueño esperando ver la cara de la reina al conocer el regalo que le habían preparado para el día de su cumpleaños, el que tanta ilusión le hacía, un caballo precioso. Hasta soñó que iba montada en él, galopando por los bosques que rodean al castillo. Cuando se hizo de día, todos se levantaron, se asearon y fueron a felicitar a la reina. El rey, le dijo: tenemos una sorpresa para ti. Es un regalo que te gustará mucho y que te hará mucha ilusión. Vamos al patio para que lo veas, he visto por la ventana que ya lo han traído.
Salieron al patio y vieron en el centro un paquete ¡enorme! envuelto en papel muy bonito. La reina se adelanto para desliarlo. Fue quitando las cintas, el papel... y ahí estaba. Un caballo precioso... de cartón con ruedas y balancín. El rey se puso verde de la sorpresa, los niños rojos de alegría y la reina dijo:
Esto si que es una sorpresa. Es el regalo que esperaba, un caballo precioso.
Gracias a los tres . Y les dio un abrazo fuerte, fuerte, fuerte. |